El pasado 24 de enero, algunos de los miembros del grupo comenzamos la labor de revisión de las cajas nido dispuestas en el monte de Valdelatas. Fue un día muy provechoso en el que participamos David, Víctor, Juanjo, Sergio, Miguel y Noelia.
El objetivo principal de la jornada fue comprobar el estado de la totalidad de las cajas nido (150), con el fin de determinar posibles bajas o cajas en mal estado (tejados partidos o a punto de ello por su carácter putrefacto). Estas cajas nido están pensadas para albergar páridos trogloditas y algunas de estas están diseñadas para aves nocturnas presentes en el monte de Valdelatas (como mochuelo común –Athene noctua– o cárabo –Strix aluco-).
Una vez llegamos al monte de Valdelatas comenzamos la labor. Con ayuda de una pértiga se descolgaron las cajas para su revisión y, una vez en el suelo, se comprobó el material de su interior para poder determinar la especie que ocupó la caja en años anteriores. Después, se desechó este material para permitir la ocupación de la caja en la temporada de cría, sin que esto suponga un riesgo para la puesta de las aves, ya que de nidificar sobre el material previo y por lo tanto más próximos a la entrada, los pollos estarían más expuestos a la vista y alcance de potenciales depredadores.
En esta primera jornada pudimos revisar un total de 53 cajas nido. Algunas de ellas fueron retiradas por su estado defectuoso, pudiendo comprometer la supervivencia de los nuevos inquilinos. Otras no fue posible localizarlas en las coordenadas establecidas.
Pudimos observar nidos de gorrión molinero (Passer montanus), en los que dominan hierbas secas y plumas de otras aves; a la vez que encontramos nidos de herrerillo común (Cyanistes caeruleus) y carbonero común (Parus major), constituidos por musgo, fibras sintéticas, pelos, telarañas, etc. Estas dos especies presentan dificultades a la hora de discernir entre sus nidos y puestas, dada la similitud de los materiales de construcción y los huevos depositados.
Entre los materiales que encontramos, destaca una puesta abandonada de herrerillo común o carbonero común, así como otros huevos de estos mismos páridos con signos de depredación.
Además, algunos de los nidos revisados albergaban nidos de avispas, lo que podría dificultar o impedir la ocupación en el futuro.
A lo largo de la jornada, paralelamente a la inspección de las cajas nido, destacó el avistamiento de un ejemplar juvenil (pajizo) de águila imperial ibérica (Aquila adalberti), así como la presencia de herrerillo capuchino (Lophophanes cristatus) en las manchas de encinar y el canto de un mochuelo común (Athene noctua).