Dentro de dos semanas nos vamos de nuevo de excursión, iremos al Parque Nacional de Monfragüe, pero… ¿y el resumen de la anterior?
Nos hemos dado cuenta de que no habíamos colgado una crónica… ¡Muy mal! Pero así sirve de introducción a la siguiente, para recordar cómo nos fue en Navarra y abrir boca para Monfragüe…
El viernes 1 de noviembre nos reunimos medio centenar de participantes en Madrid a primera hora de la mañana (o prácticamente última de la noche) para iniciar el nuevo periplo. Mientras se pasaba lista, las caras repetidoras iban apareciendo. ¡Da gusto ver gente conocida en una nueva excursión del grupo!
Partimos rumbo a las Bárdenas Reales, comprobando a medida que nos acercábamos los cambios de paisaje, geología y flora al adentrarnos en un escenario lunar. Tras superar diversas llanuras cerealistas, atravesamos unidades geomorfológicas interesantes, las bárdenas negras y las blancas, pudiendo observar los afloramientos de yesos y la orografía adaptada a las precipitaciones torrenciales y los marcados contrastes térmicos que caracterizan el enclave.
Tras un recorrido a pie oteando el horizonte en busca de aves esteparias y bajo la supervisión de alcaudones reales y trigueros, visitamos los cerros más importantes y ganamos altura para comer observando el paisaje desértico (opuesto a lo que nos esperaba al día siguiente).
Desde este punto no pudimos ver el paso de un águila pescadora o un bando de gangas cercano al camino, como si lo hicieron y disfrutaron compañeros de SEO-BirdLife que realizaban una excursión paralela en el mismo lugar. Sin embargo, antes de abandonar la zona en el autocar, Adrián nos alertó de un bando de gangas camuflado en los cultivos, que no escaparon a nuestros telescopios y que nos deleitaron durante unos minutos.
A continuación, nos dirigimos a la laguna de Pitillas, observando desde diversos observatorios varias especies acuáticas. En este humedal, (el mayor de Navarra), recorrimos diversos puntos en busca del avetoro común, pero no hubo suerte.
Finalizamos la jornada dirigiéndonos al albergue que nos seviría de escala a la siguiente jornada; La Selva de Irati.
A la mañana siguiente, la lluvia nos perdonó desmoronando todos los pronósticos y haciendo más interesante la jornada. A medida que nos acercábamos al inicio de la ruta, fuimos hablando de las características de los hayedos, señalando distintos aspectos geobotánicos de las hayas y profundizando en el motivo de nuestra visita, el segundo hayedo-abetal mejor conservado de toda Europa.
Durante el recorrido, tratamos de encontrar las especies forestales más características y representativas mientras nos sorprendía la explosión de colores rojos, amarillos y naranjas propios del otoño y de las estrategias caducas, desafiados por los contrastes verdes de los los tejos y abetos, ajenos a la llegada del invierno. El pico dorsiblanco solo se dejó ver por unos pocos, y el pito negro provocaba con su reclamo la sed de nuestros prismáticos. Durante la comida, pudimos ver un mirlo acuático y varios cormoranes junto a la presa, y en el camino de retorno, algunos bandos de carboneros garrapinos y herrerillos capuchinos nos emboscaron desde las copas próximas al sendero.
Antes de acabar el día, ascendimos por los valles dirigiéndonos a puntos elevados dejando atrás los bosques y dando paso a los pastizales. Un quebrantahuesos marcó el final de la jornada, observando el atardecer desde este punto.
A primera hora del domingo nos dirigimos al mirador de la Foz de Arbayún sorprendiendo al rocío sobre los Crocus y sin dar tiempo a que subieran las temperaturas y se generasen las corrientes térmicas que favorecen el vuelo de los buitres, de forma que pudimos observar varios de ellos posados sobre el roquedo.
El resto del día se invirtió en la Foz de Lumbier donde realizamos un recorrido a pie a través de farallones rocosos que envolvían el cauce del río. El inicio de la ruta fue marcado por varias chovas, aves que no habían estado presentes en el resto del viaje y que nos mantuvieron alerta con sus graznidos durante del resto del recorrido. Mientras unos observábamos las especies vegetales acompañantes y describíamos caracteres de algunas de ellas, otros buscaban nuevas aves como treparriscos y aviones roqueros.
Después de la comida en las proximidades del puente del Diablo, iniciamos el recorrido de regreso sin olvidarnos de hacer la foto del grupo en el final del recorrido
Antes de regresar a Madrid, paramos en las proximidades de un muladar. Pese a que no habían echado alimento, pudimos observar un milano real y un buitre leonado mientras explicábamos la importancia y la trayectoria de los muladares en la última década.
¡Nos vemos en la próxima!
Jorge Fernández
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LISTA DE ESPECIES
Ansar común
Ánade azulón
Cuchara común
Pato colorado
Porrón europeo
Perdiz roja
Zampullin común
Cormorán grande
Garceta común
Garza real
Milano real
Quebrantahuesos
Buitre leonado
Aguilucho laguneo
Aguilucho Pálido
Busardo Ratonero
Cernícalo vulgar
Focha común
Ganga ibérica
Paloma bravía
Paloma torcaz
Cogujada común
Alondra común
Avión roquero
Bisbita pratense
Lavandera blanca
Mirlo acuático
Petirrojo europeo
Colirrojo tizón
Tarabilla común
Zorzal charlo
Ruiseñor bastardo
Curruca capirotada
Carbonero garrapinos
Trepador azul
Treparriscos
Alcaudón real
Arrendajo
Urraca
Chova piquirroja
Corneja común
Gorrión común
Pinzón vulgar
Verdecillo
Jilguero
Jilguero lúgano
Pardillo común
Escribano triguero